A su vez, estos colores constituyen los colores fríos (gama de azules, morados y rojizos o rosados) y colores cálidos (gama de verdes, amarillos y naranjas).
Para decorar, por ejemplo, una opción algo arriesgada podría ser dos tonos de un color primario y su complementario, este es el color que queda enfrente en el círculo cromático. Como podemos ver, el complementario del amarillo es el violeta, el complementario del magenta es el verde y el complementario del cyan es el naranja; No obstante, de las tres composiciones citadas, la que mejor queda es la amarilla-violeta. Aún así, hay otras combinaciones que quedan bastante bien, como son: naranja-violeta, naranja-verde, verde-amarillo, azul-magenta, etc. Por ejemplo, en una habitación con paredes de uno de los colores, y cortinas en el otro citado de cada par; o en un sofá de uno de los colores, poner los cojines del otro color del par.
Como podéis ver, los colores se pueden compaginar o mezclar para sacar otros colores o estancias confortables aunque coloridas y llenas de luminosidad.